Medicina Occidental y Medicina Tradicional China. Zapatero a tus Zapatos
Es incuestionable la validez de la Medicina Occidental en cuanto a la repercusión que ha tenido en beneficio de la salud, la calidad y esperanza de vida. Sería impensable prescindir de la cirugía, los servicios de urgencia, los exámenes diagnósticos, la anestesia o calmantes, por citar algunos ejemplos.
La Medicina se estudia en las facultades, se hacen prácticas en hospitales universitarios y consta de un sistema cerrado y bien definido que ha hecho que sea lo que es hoy en día.
Sin embargo, este avance científico ha exigido un alto grado de especialización que ha modificado sustancialmente la forma tradicional de entender la profesión médica.
Es notorio señalar, que en las facultades de medicina hasta la década de los años 60 podían encontrarse asignaturas dedicadas a naturoterapia, homeopatía e incluso Másteres como el de Acupuntura y Medicina Tradicional China.
Estas ramas (que siempre fueron de la más pura Medicina Hipocrática) fueron suprimidas, vilipendiadas e incluso, perseguidos los facultativos que osaron practicarlas. Precisamente por eso, porque dejaron de formar parte de la especialidad en que la Medicina Occidental se iba concretando.
Háblese, a partir de ahora, que la Medicina Occidental no es más que una especialización de la medicina. Ya que no es la única y, al igual que ventajas, tiene las carencias que arrastra al salirse del eje tradicional.
Esta afirmación es comprensible si se atiende al hecho de que antes de que mandaran los protocolos, había profesionales que desde la libertad de sus investigaciones descubrían medicamentos.
Ejemplos los hay. «Vacuna» que deriva de «vaca». Era frecuentemente utilizada ya en el siglo XVIII, por campesinos de centro Europa, cuando la viruela suponía una elevada tasa de mortalidad. Fruto de la observación y sin entender de microorganismos, estas poblaciones rurales se dejaban contagiar voluntariamente del ganado vacuno y el resultado era que tenían una enfermedad atenuada, con supervivencia e inmunidad de por vida.
Así mismo, un veterinario escocés observó que las reses que padecían tumores comían vincristina, esas coloreadas flores que adornan muchos parterres urbanos. Los animales mejoraban y gracias a esa observación azarosa se produjo el principio de la quimioterapia. La Medicina Occidental, mayormente, perfeccionó estas terapias y las adecuó para su uso extendido en toda la población, con ayuda de subvenciones y recursos sociales.
Afirmar que “La Acupuntura es un acto Médico” es totalmente cierto bajo la concepción hipocrática de que la Medicina tiene un carácter universal.
Pero afirmar que solo los licenciados en Medicina Occidental pueden practicar la Acupuntura es un acto necio de orgullo, un engaño y una incongruencia. Expresamente, cuando la formación que han recibido la han obtenido fuera de centros universitarios.
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